Ucronía y estética del fragmento
La historia y un instante de Daniel Del Percio (Ed. Gogol, 2022,
209 pp.).
Daniel Del Percio, docente e
investigador universitario, poeta, cuentista y ensayista, nos brinda una nueva
muestra de su polifacético talento con su primera novela La historia y un instante. El libro, como el autor aclara en la
nota introductoria, “plantea una ucronía
cuyo eje es un desenlace diferente de la Guerra de Malvinas” (9). En el mismo
lugar, devela al lector cuáles son los personajes de existencia real que tomó
de la realidad y cuáles los nacidos de su invención que colocó en el escenario
de los acontecimientos.
El interés de Del Percio por
el tema recorre una prolongada trayectoria puesta en evidencia a través de
artículos, ensayos y escritos varios. La ucronía se centra en un hecho
histórico que es imaginado con un resultado diferente de cómo sucedió en
realidad, por eso, en líneas generales, responde a la pregunta ¿qué hubiese
sucedido si…? Esto es que la postura contrafáctica se basa en la reconstrucción
de un suceso sobre la base de datos hipotéticos, en consecuencia no obedece de
manera lógica a los hechos factuales. Se trata, entonces, de un territorio en
que se entrecruzan la “verdad” histórica y la ficción. Historia y ficción se realimentan
mutuamente, de tal modo se articula una narración especulativa en relación a un
episodio singular, que en la novela de Del Percio consiste en contar
aconteceres fraguados sobre la Guerra de Malvinas y reelaborar el momento
político en el que actuó el almirante Eduardo Massera.
La historia alternativa que el
novelista concibe, cubre un arco temporal de medio siglo, desde 1956 a 2007.
Del Percio, con destreza heurística y aguda imaginación, reconstruye a la luz
de su fantasía segmentos de nuestra vida política y los infortunados sucesos de
la gesta malvinense. Auxiliándose de una consistente documentación, cincela,
como un hábil artesano la pieza artística, la información que juzga conveniente
para su objetivo y que nace por medio de su pluma renovada y vigorosa, aunque
mistificada. El hilo narrativo diseña personajes familiares al lector y teje
eventos que jalonaron las diferentes décadas que desarrolla el tiempo novelístico:
Juan Domingo Perón; López Rega, y su inclinación a la astrología y al esoterismo;
Lastiri, y la mención de su famosa colección de corbatas; el rol del canciller
Costa Méndez durante la guerra; los ataques aéreos a objetivos británicos;
Massera, sus críticas hacia Videla y su afición juvenil por escribir poesía,
que muestra el contraste humano entre su sensibilidad poética y su posterior
vocación genocida; el “proceso”; el
“Juicio a la Junta”; la llegada de la democracia; el discurso de Alfonsín, que
se reproduce de forma casi textual; y el alegato de Elisa Carrió a favor de la
paz, pronunciado en la Cámara de Diputados en 2000, entre otros personajes
significativos y situaciones destacadas que poblaron la historia de la
Argentina durante la segunda mitad del siglo pasado.
Una serie de marcadores
epocales, además de los personajes y sucesos detallados, sitúan al lector y
contribuyen a crear la ambientación. Se
diseminan a lo largo de las páginas la mención de la historieta El Eternauta, de Héctor Oesterheld, con
el personaje homónimo con traje de buzo y en medio de una nevada tóxica; el
filme Los puentes de Toko Ri, sobre
la Guerra de Corea, protagonizado por William Holden, Grace Kelly y Mickey
Rooney; la llegada del hombre a la Luna; la larga Guerra de Vietnam; y la
novela Los burgueses de Silvina
Bullrich, tan difundida en la década del ’60, además de otros indicios.
Ahora bien, para organizar
este abundante y complejo material, Daniel Del Percio crea una vida ficcional,
la del piloto Víctor (Vito) Giusti que, junto a otros seres de existencia fabulada o real, van enhebrando la narración.
Fragmentos de sus vivencias se relatan desde la niñez hasta su muerte, cuando
en un acto sacrificial, muere en el ataque aéreo al portaviones HMS Invincible. Averiado, de acuerdo con
el informe argentino, e intacto por haberse errado los disparos, según el
británico. Del Percio en su ucronía lo imagina destruido por el impacto del
avión de Giusti, causa del triunfo
argentino.
Portada de La Historia y un instante de Daniel Del Percio |
En cuanto a lo textual, la diégesis se construye desde una óptica discursiva que toma como base dos elementos axiales: la fragmentación y el tiempo. Para trabajar su materia, el novelista fragmenta la acción y coloca en cada pieza una datación temporal, así, la narración adquiere la factura de un diario, que no responde a una secuencia cronológica estricta, sino que los fragmentos, “los trozos” de vida de los personajes, aparecen quebrados por la incorporación en el relato de otros sucesos, abandonados por momentos y retomados con posterioridad, de tal manera la historia es contada a través de pequeñas piezas narrativas que se incrustan en la totalidad de la novela como pequeños mosaicos bizantinos para diseñar una figura. Del Percio adopta en la novela la estética del fragmento por medio del cual el relato late, respira, haciéndonos más cercanos los personajes y los hechos.
Unido íntimamente al fragmento
se encuentra el tiempo, que es trabajado de forma múltiple. Los acápites de las
diferentes situaciones aparecen encabezados, no solo por el año y el mes, sino
también por la hora y hasta, escrupulosamente, por los segundos. El novelista
maneja este elemento con habilidad de relojería. En el comienzo de la novela, confronta
el mes de mayo de 1982, cuyo tiempo es escandido en días y segundos regresivos
(1982, 30 de mayo, 11:15; 1982, 30 de mayo, 11:00), y un período que va desde
1956 hasta alcanzar mayo 1982. Tal periodización no se corresponde con la
continuidad de los años, sino que los lapsos se intercalan en cortes que no
siguen un riguroso orden sucesivo; esto es que entre 1968 y 1969, aparece, por
ejemplo, la fecha1982, 30 de mayo, 13:10, que se vincula con el tiempo en que se
narra la participación de Giusti en el conflicto bélico. Las otras marcaciones
temporales corresponden a momentos de la vida de Massera, con una original
particularidad, mientras el tiempo de la narración del almirante avanza hacia
adelante, es progresivo, los días y segundos en que se desarrollan las acciones de
Giusti son regresivos. En tanto que el tiempo de uno se acelera, el del otro se
ralenta. Ello intensifica el drama del héroe y cada segundo podría descifrarse
como los latidos de su corazón frente a la responsabilidad que asume el ser
protagonista del ataque aéreo que está a punto de enfrentar. Su accionar se da
de modo retrospectivo: primero la resolución, luego el desarrollo de la consecuencia
y finalmente la causa. Por lo explicado, la narración aparece escindida con
frecuentes analepsis por medio de las cuales se recupera la memoria de la
existencia del protagonista ficcional.
Asimismo La historia y el instante muestra otros artificios narrativos: la diferente
focalización de una misma escena, la polifonía, que otorga dinamismo al relato,
y la práctica metatextual, presente en el “proceso de edición de los borradores
de la Historia de la Fuerza Aérea
Argentina” (p. 119), lo cual aporta verosimilitud a la narración, además de
otros mecanismos textuales que enriquecen la novela.
Pero donde Daniel Del Percio
logra más hondura en el relato, es en los diálogos de Víctor con su madre,
intercalados a lo largo de la novela con un bello y calibrado estilo lírico. En
esos momentos se intensifica la carga emotiva y la prosa adquiere relieves de
poesía. Recobrados por la memoria, mediante ellos se conoce la vida interior
del personaje. La memoria dinamiza el recuerdo de la vida pasada, la angustia
de la existencia y el correr del destino humano hacia el fin.
El libro se abre y se cierra
con una idea: “El talento es convertir una piedra en una semilla”. El íncipit
del relato se titula “Una semilla” y reproduce el pensamiento del Primer
teniente Víctor Giusti antes de morir, encerrado en la carlinga de su A4C-Skyhawk; se cierra con “Una Piedra”,
sobre la enseñanza de su madre sobre la vida y la muerte. La piedra trae la
esperanza de vencer a la muerte. Es el hombre con su habilidad para sortear las
adversidades que la convierte en semilla germinada. Ambas imágenes, la de la
semilla y la de la piedra, son los dos extremos en los que se traza la existencia.
La historia y un instante, primera novela de Daniel Del Percio, augura un promisorio camino para el
autor, y quizá un lugar significativo en el campo de la literatura argentina.
Daniel
Alejandro Capano
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