jueves, 4 de agosto de 2016

Homenaje a Noemí Ulla por Susana Bonifacio en el VIII Simposio Internacional de Narratología

Hoy hace dos meses y cinco días que Noemí nos dejó físicamente, pero   nuestro Centro de Narratología  quiere recordarla especialmente,   ya que  estuvo vinculada a nosotros, participando como escritora invitada, en mesas redondas, respondiendo entrevistas, o cuando  nuestro Vicepresidente Daniel Capano, le presentó su último libro,  Anche pensare é un gioco, como así también en almuerzos de camaradería, adonde siempre llegó  con su natural simpatía y buen humor. Para quienes la tratamos, nos queda la imagen de su sonrisa, su don de gentes, su elegancia, sus conocimientos, sus escritos,  así como  las palabras y  actitudes  que trasuntaban  la  seguridad  y  autoridad que emanaba de toda una vida dedicada a lo que tal vez, más le interesaba, la escritura y la literatura. A ella se dedicó no solamente como una actividad vocacional sino como un lugar para expresarse, como lo que era, una mujer de pensamiento independiente, sin ataduras, con una mirada atenta que, desde su más profunda sensibilidad, no dejaba nada, absolutamente nada, sin percibir.  Creemos que lo hacía desde el sentimiento con que colmaba de poesía sus cuentos pero con la seriedad y seguridad de una investigadora, por lo que no dejaba nada librado al azar.
Nació en Santa Fe, cursó sus estudios universitarios en Rosario. En 1984 se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires donde dictó clases, como así también en la Universidad de Morón y se desempeñó  como investigadora en el Conicet.
Fue becaria en universidades de Alemania y Francia e invitada a  dar clases  y conferencias en las universidades de Francia, Madrid, Miami  y Uruguay. Recordemos también la última beca que la Casa de los Escritores Extranjeros y de los Traductores, de Saint Nazaire, Francia le otorgó para que durante su estadía  pudiera dedicarse solamente a escribir. Muy joven publicó dos novelas: Los que esperan el alba y Urdimbre, luego escribió varios  libros de cuentos: Ciudades, El cerco del deseo, El ramito, Juego de prendas y dos corales, Una lección de amor, Nereidas al desnudo (escrito durante su beca en Saint Nazaire), En el agua del río, Bailarina de tres brazos y Anche pensare é un gioco, que es nada menos que  la traducción de El ramito al italiano.
Pero su intensa actividad como escritora y docente no le impidió publicar importantes libros de investigación, actividad en la que también se destacó.  Todos los temas, lo coloquial en el habla rioplatense, el tango, y varios estudios críticos sobre el estilo de importantes autores, fueron objeto de su atención. Fue amiga de muchos e interesantes escritores. En Rosario se reunía con los poetas del momento, Jorge Conti, Aldo Beccari, Rafael Ielpi y Juan José Saer entre otros para discutir las tendencias del momento.   Fue  también muy amiga Borges, de Bioy Casares y de Silvina Ocampo, lo que le permitió conocer sus obras en profundidad y analizar los aspectos más salientes de sus escritos.  Publicó así Invenciones a dos voces: ficción y poesía en Silvina Ocampo, cuando su obra no era tan conocida, Conversaciones con Adolfo Bioy Casares y Encuentro con Silvina Ocampo. Sus obras fueron traducidas además al inglés, alemán, francés e italiano.  Debemos señalar también  el importante lugar que ocupó Hugo Echave, su esposo y compañero que hizo el diseño de varios de sus libros y a quién Noemí le dedicó muchos de sus obras.
Pero tanta actividad  fue felizmente reconocida y recibió significativos premios con jurados de renombre como Augusto Roa Bastos, Bernardo Verbitzky, Juan Carlos Onetti, entre otros.  En 1967, la Dirección de Cultura de Santa Fe premió su novela Los que esperan el alba, en 1974 el Semanario Marcha de Montevideo, premia su cuento La viajera perdida, en 1990, recibe el premio Ensayo de la Subsecretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, en 2009  la Asociación Gente de Letras le otorga el premio Esteban Echeverría y en 2014 la Fundación Konex le otorga el Diploma al Mérito.
Pero todo este trabajo constante e intenso culmina cuando en 2010 la Academia Argentina de Letras la convoca merecidamente para ocupar el sillón de Domingo Faustino Sarmiento.
Noemí Ulla es una narradora singular. En sus cuentos presenta varios aspectos destacables que aparecen como una constante: la nostalgia de su infancia, la música y las mudanzas de su familia que se reflejan en  las ciudades donde transcurren sus historias. Otro tema importante que se desarrolla  a  lo largo de su obra es su aguda  visión sobre las mujeres.  En esa época, el mundo comienza a dar un giro copernicano y en la mayoría de sus cuentos las protagonistas,  saben lo que quieren, valoran sus sentimientos, pero no siempre se animan a  concretar sus deseos. Pueden elegir entre ser madres o no, casarse o no, ser fieles o no, pero los hombres son sus antagonistas y sufren en mayor o menor medida el egoísmo de sus padres o maridos, su desconsideración, el abandono, la burla permanente de sus sentimientos, de sus  ideas  y el destrato psicológico. Las mujeres giran alrededor de su pareja, tienen internalizada, aunque no lo sepan  o no lo piensen, la idea del hombre con la autoridad del Padre. Por supuesto, debemos aclarar que en sus cuentos,  no todos los varones son pérfidos y malvados, en ocasiones comprenden y protegen a la mujer que tienen a su lado. En otros casos Ella o Él, la mujer cuenta que su marido está loco, pero la loca es ella. En Dalmacia casada,  la esposa incendia la casa, pero su marido no puede salir  y muere.  En sus obras se refleja la clase media y aparecen también algunas jóvenes universitarias,  embanderadas en los movimientos políticos del momento, en una búsqueda permanente y que Noemí las presenta luego, a la vuelta de los años, cuando reflexionan sobre sus vidas. En definitiva, aparecen todas las edades, infancia, adolescencia, juventud, madurez; los amigos, el habla como pertenencia, las dictaduras, los exilios, los regresos, en fin, lo que luego, reunido, configurará nuestra memoria, nuestra identidad, nuestro modo ser. Y  presenta con cierto tono irónico, lo fantástico, el mágico mundo de los sueños, los finales abiertos e insólitos que  son algunas de sus  constantes narrativas. Los relatos transcurren en  diversas ciudades, Rosario, naturalmente, Santa Fe, Buenos Aires, Montevideo  u otras ciudades de Europa. Compartimos su visión poética y nostálgica de sus plazas, sus plantas, sus aromas, el cielo, el agua, la luz, la bruma y los barrios, sobre todo si se trata del barrio Alberdi o San Telmo. Pero a no dudarlo, la existencia tiene otro sentido para los que viven como ella cerca de los ríos, como el Paraná en Rosario o el Loira, el Sena  o el Ródano en Europa.  En Carta a Hugo, de Nereidas al desnudo, Noemí le va relatando en diversas etapas, sus sensaciones mientras va descubriendo Saint Nazaire y le cuenta …Si me distraigo, puedo llegar a creer … que el Loira es el Paraná y la tierras de enfrente, la isla desde Alberdi  /aunque/…el graznido de las gaviotas me aseguraría  enseguida que no es el Paraná

En fin, se podrían decir muchas cosas más, pero solamente queríamos recordar los aspectos más sensibles de su vida y sus valores, que seguirán acompañándonos.

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